Atención, noble lector latapararacero. Esta no es una reseña que cumpla a cabalidad con los preceptos de un. Es un primer intento de recuerdo de un joven rockero que escribe todavía bajo los altos efectos del delirio canábico proveniente del sector VIP Europe pagado en cómodas e interminables cuotas.
Alto vuelo musical literario, merecedores del Premio Nobel a todas las ciencias y artes combinadas, Europe fue anoche más que un nombre en el mapamundi de los libros de Historia; es la historia de los verdaderos dioses que siguen su viaje por las tierras desconocidas, conquistando con sus gritos de ira a cada rincón del planeta.
Abba, Roxette, Estocolmo, Surstromming, son partes de la construcción de una reseña. No hay comparativos, solo un recuento final hacia las melodías perdidas, reavivadas por las llamas del presente.
El Court Central del Yacht Y Golf Club fue un templo de gloria con la presencia de la alineación clásica de la banda sueca Europe, con Joey Tempest en vocales, el maestro John Norum en la guitarra, el sólido John Levén en el bajo, Mic Michaeli en los teclados e Ian Haughland en la batería. Fue mucho más que The Final Countdown o Carrie, canciones tan queridas por los discos piratas de nuestra era noventosa. Los true fans vieron Rock And Roll y Heavy Metal sin ninguna duda.

Interpretaciones mágicas, sonidos que revivieron como Gokú desde el Walkman que te compraron en el Mercado 4 o un Mp3 más milenial, todo se conjugó en una nueva dosis de ferocidad y esencia.
No es glamour, es garbo, es elegancia y fineza en cada gema de locura, con cada canción que te revienta la cabeza pero de nostalgia. Amplificadores a pleno, la sonrisa intacta. Vos sos Rock And Roll, vos sos Heavy Metal y no hay otra respuesta.
Abriendo con On Broken Wings, todo tuvo sentido. Los Europe saben que este recorrido por Sudamérica es un reencuentro con sus raíces, con sus fans más acérrimos y también con los seguidores de unos pocos éxitos.
Sin embargo, eso no importa hoy. Todos pueden bailar o hacer un headbanger en el mismo lugar, porque la música es esa conexión con cada nervio, vértebra y alma.
Además de su viaje por los primeros discos de la banda, apareció material nuevo que demuestra que la bestia sigue bajando hasta el inframundo o dando una última mirada hacia el edén: Hold Your Head Up es la nueva joyita promocional que indica la senda de gloria.

Rock The Night fue el motivo verdadero de la noche, la certeza exclusiva para el que se decidió comprar la entrada a última hora después de la Semana Santa. Esa es la verdadera razón de todo este kilombo hermoso llamado Rock And Roll.
Scream Of Anger en un delirio Heavy Metal, con un regalito sexy para John Levén, a cargo del maestro Joey Tempest, quien se encargó de recoger el brassier del súcubo enviado por la súper groupie ochentosa, para un deleite fálico de backstage. Anécdotas mundanas aparte. Interacción con el público en guaraní, entre el “rohayhu”, el “aguyje” y el mítico “japiro”, para mandarte bien a la mierda con un poquito de la tuna de Lambaré.
Para venirse abajo y dejar que las luces vayan cayendo, Carrie nunca falla. Vos, mi vida, mi cielo, mi sol, tan mal que me hiciste, tanto que me volviste loco, hoy te extraño más que nunca, más que siempre. La poesía en estado puro junto a la épica Open Your Heart, con el gran Joey en la guitarra acústica. Un poquito de olé olé olé, un intento de Black Night de Deep Purple y a seguir con la magia.

Un momento gospel para dar luz a tu corazón tan oscuro: Superstitious. Fue Joey quien olió ese porrito de vip porque el tío Bob Marley decidió reencarnarse, volviendo desde su olimpo para un poquito de No Woman No Cry, mientras los privilegiados miraban obnubilados a los héroes del día, a las leyendas, a los históricos de selección, más que Ibrahimavich, Henrik Larsson, Emil Forsberg o Fredrik Ljungberg. ¡Cuidado, futbolero de riesgo! ¡estás entrando en aguas pesadas y profundas!
Un poco de clásicos ochentosos que fueron hasta la estratosfera para seguir brillando hasta la siguiente galaxia: Stormwind, Sign Of The Times, More Than Meets The Eye, Ready Or Not, Cherokee. Obras magistrales como Walk The Earth, la épica War Of Kings, Last Look Of Eden para una última mirada, acercarse y seguir creyendo.
Claro que sí, The Final Countdown es el himno que une a las multitudes, porque la escuchaste y la redescubriste una y otra vez y, mientras más clásico suene, más perfecto permanece. Se cierra el telón y el aire ha cambiado. Nadie finge, tal vez los que no conocían dos o tres temas o los que habrían escuchado otras canciones sin prestar mucha atención, pero los verdaderos fans están felices, desbordantes de alegría. El reencuentro con la esencia fue único, irrepetible, inolvidable. Los signos del tiempo cambiaron, la clepsidra se agotó por hoy pero en el domo del eterno retorno, la secuencia resuena con todo su golpe verdadero: Europe conquistó Paraguay.

La bitácora finaliza. El vuelo se termina. Las líneas llegan a su fin. Lloramos o reímos, unidos por ese vinilo que gira in aeternum hasta la última fibra de nuestro ser.
La nota discordante: el guitarrista de The Classics que pifió en algunos trastes durante la intro de Sweet Child O’Mine…y un Whatever You Want para el olvido sin el duelo Rick Parffit o Francis Rossi en Knebworth del 90…
Sonido de revelación: Nightbound es más que una banda telonera: es una entidad que brilla por sí misma y puede ir mucho más allá de la magia gracias a las alas del mañana de Europe.
Setlist de Europe – Martes 22 de Abril de 2025. Court Central del Yatch y Golf Club
1. On Broken Wings (1986)
2. Rock the Night (1986)
3. Walk the Earth (2017)
4. Scream of Anger (1984)
5. Sign of the Times (1988)
6. Hold Your Head Up (2023)
7. Carrie (1986)
8. War of Kings (2015)
9. Stormwind (1984)
10. Open Your Heart (1988)
11. More Than Meets the Eye (1988)
12. Last Look at Eden (2009)
13. Ready or Not (1988)
14. Superstitious (1988)
Encore:
15. Cherokee (1986)
16. The Final Countdown (1986)
Por : Jorge Montefilpo