Un incentivo para el cantante fue el recinto lleno, que lo aclamó desde que se posicionó en la tarima, a través de la rampa, puesta exclusivamente para que pueda subir a mostrar lo que sabe, declamar en este caso, las letras y frases de las músicas de un grupo al que le dio el puntapié inicial, con el show en sus conciertos. Hay que resaltar que la organización del evento, previó la hora inglesa y el espectáculo comenzó de manera puntual: 22:00 horas, tal como se indicó en los flyers publicitarios. Al segundo, se escuchan los riffs de Fernando y Marcelo de Viernes 13, acompañados con la puntillosidad Crispín en el bajo y los golpes bien marcados de Roberto Bernal.

Paul, se sintió cómodo, porque tenía a un público que coreó sus canciones, y se divirtió con el humor típico de un inglés que se notó, se transportó en el tiempo al igual que los presentes, que llenaron el recinto.

El set list preparado para la ocasión se inició con The Ides of March, que sirvió para romper el hielo, que a esa altura el ambiente ya tenía energía a heavy metal y clásico.

Wrathchild, Santuary, Purgatory, Drifter, Murders in the Rue Morgue, abrieron paso a los otros clásicos, que fueron coreados a la par que Paul los entonaban. El apoteosis llega en la siguiente tanda de canciones, Remember Tomorow, Genghis Khan, Killers, Charlotte The Harlot, Transilvania. El público, a esa altura no solo rendía homenaje al cantante de la Doncella de Hierro, sino también a los componentes de Viernes 13, quienes interpretaron casi a la perfección los mencionados clásicos.

La parte final del show, vino con Phantom of The Opera, Running Free, Prowler y Iron Maiden, momentos que a más de uno se le fue al extremo la emoción, porque Di Anno desarrolló el recorrido del primer álbum, con una lucidez única y una garganta bien cuidada que desencadenó en los presentes la satisfacción de estar frene a una de las leyendas del género.

Viernes 13, festejó su aniversario número 25, en el escenario nada más y nada menos que con el ex vocalista de la banda que les dio el empuje para ingresar en la escena paraguaya. Cada uno de los integrantes, se divirtió al igual que el público, con cada una de las canciones de los dos primeros álbumes de la Doncella de Hierra.

Ariman y Nitghbound, fueron los encargados de dar el ropaje de heavy metal al ambiente, en un recinto ya acostumbrado a este tipo de concierto, donde el headbanger se concentra con la única de razón de pasarlo bien y por sobre todo continuar con el espíritu energético del género.