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Dr. Rock sacudió la noche asuncena con buena dosis de sicodelia floydiana

La comunidad floydiana del Paraguay, llegó hasta la sede de la Casa del Pueblo del PRF, para deleitarse con el sonido de la banda paraguaya Dr. Rock, que no dejó nada en el tintero y presentó lo mejor de la agrupación inglesa, en una cálida noche asuncena de invierno.
El encuentro fue único, colmado de grandes emociones, amistades que hace tiempo no se veían las caras, y muchos nuevos seguidores de la banda sesentera, quienes fueron por primera vez a disfrutar de tremendo despliegue, cabe destacar que el sonido fue increíble!


El concierto, se inició casi a la media noche, donde el escenario se oscurece, oportunidad en que se escuchan los primeros acordes del teclado, una Yamaha y una Hammond, seguida de unos solos que son únicos y daban la bienvenida a «Shine On You Crazy Diamond».
El público gozó con la intro y el ambiente ya subía de temperatura mientras aún sonaba esa melodía que presagiaba una atmósfera que transportaría a más de uno, en la esencia pinfloriana. En el momento de la primera estrofa, la voz de Gustavo Torres fue opacada por el unísono canto de las más de 400 almas que coreaban la letra. Una piel de gallina me hizo rápidamente acabar mi primer vaso de cerveza, pero como todos seguían cantando y atentos no podía ir a traer otra birra así que me aguanté hasta que haya una pausa, la cual no sucedió porque seguidamente la banda engancha con «What Do You Want From Me?«, del álbum The Division Bell, canción que da comienzo a aquel álbum aparecido en 1994, esperado por los fans, ante los rumores de separación de la banda. La birra se hacía esperar y el calor en el PRF subía.


Cuando al fin pude moverme a traer mi otro vaso de birra, los Doctores interpretan la canción con la cual me llegaron grandes recuerdos cuando conocía recién a Pink Floyd, «Learning to fly», ese vaso de birra lo liquidé aún más rápido!. Sonido impecable y ni que decir el despliegue de luces, todo marchaba ok, y el calor del público energético aumentaba canción tras canción. Faltaba bajar los decibeles un poco entonces llegó el turno de «On the turning Away», dando así un toque más relajado y comienzan los abrazos entre las parejas presentes, los celulares filmando cada detalle y la banda luciéndose en escena. El sonido, impecable!
Con Learning to Fly, Pink Floyd hizo su aparición en público sin Rogers Waters, en aquel lejano 1987, donde daba lugar a un Lapso Momentánea de la Razón. Y On The Turnig Away, fue uno de los himnos durante la gira, y luego álbum del Delicado Sonido del Trueno.
Por suerte esa bajada de intensidad me dio tiempo de ir a traer otro vaso, ya que justo cuando retiré mi birra, la pantalla de fondo del escenario comienza a latir y llegan los primeros acordes de «Breathe» dando así inicio al tributo por los 50 años del disco «Dark side of the moon». El público nuevamente se encendía y en el escenario las luces láser daban sus primeras apariciones, la temperatura volvía a subir y el público entraba nuevamente en calor, coreando cada letra de la canción del disco más vendido de la banda.


Seguidamente llega «Time» y la pantalla de fondo, como en casi todo el concierto, pasaba imágenes que la banda usaba en sus presentaciones en vivo, lo cual hacía que los presentes utilicen el móvil para captar las imágenes y filmar el momento. fue una locura! Terminada la canción llega el turno de «The Great gig in the Sky», interpretado por una hermosa voz femenina que dejó incluso más sedientos a todos los presentes, fue una interpretación increíble! Para casi terminar esta primera parte, llegó «Us and Them» donde el saxofón nos lleva casi al éxtasis! Nuevamente todos cantando y coreando la canción, creo que en ese momento ya perdí la cuenta de cuántos vasos de la espirituosa había ingerido. El ambiente estaba muy caluroso y llega «Money» un blues bien pero bien setentoso donde nuevamente el saxofón se luce, la banda sigue tocando sin parar, los videos hacen lo suyo en el fondo y tanto el coro, como toda la banda deja aún más sedienta a todos los presentes, llegando así al final de la primera parte.
Una pausa de 20 minutos, donde la Comunidad Flouydiana del Paraguay aprovecha para sortear una entrada para el concierto de Roger Waters en Buenos Aires, para envidia de muchos, incluyéndome, ganó una chica de nombre Anahí (Creo), así que ¡felicidades a ella!.


El Muro se hizo presente en la segunda parte del concierto.
La segunda parte del show arranca con «In the Flesh» del disco The Wall, sonido impecable, luces láser, coros, todo impecable, la segunda parte aún tenía mucha intensidad y el público volvía a encenderse, llega el turno de «Young Lust» y luego el tan esperado «High Hopes», donde nuevamente los smartphones encendían el recinto para registrar este gran hit de la banda. No contentos los Doctores, nos dan un RCP y nos devuelven a la vida con «Coming back to life», impecable interpretación donde vuelven los abrazos, besos y algunas lágrimas entre los presentes. Llega el turno de «Wish you were beer, perdón, Here», encendedores, celulares, lasers, todo encendido mientras suenan esos acordes y Gustavo ya no canta, sino le da el micrófono a las 400 almas para que canten, muy emotiva esa parte! Entonces cuando aún nos recuperamos de tan emotiva canción aterriza el helicóptero y es ahí en donde hasta el oficinista del PRF sale a cantar filmar y bailar, la canción más conocida de la banda enciende nuevamente el calor y todos cantan al unísono.


Mientras salía a tomar un poco de aire y volver a recargar mi vaso, los doctores nos dan unas anestesias para irnos ya despidiendo la noche con «Comfortably Numb», que nos deja extasiados a todos los presentes, nuevamente las luces hacen lo suyo, impecables los solos de guitarra, los teclados, los coros, todo! el sonido es impecable! Llega así el final de la consulta con los doctores, Federico Sosa (ex Autostop) sube al palco y canta con Gustavo «Run Like Hell» para poner punto final a la noche, tal como lo hacían Waters y Gilmour. Todos quedamos contentos, con el set list muy variado, además, hay que destacar la buena organización, el sonido impecable, que logró a 400 floydianos poner contentos para retirarse a sus respectivas casas, alucinados luego de casi 3 horas de show.


Los Doctores una vez más se lucieron en escena. Ojalá haya una próxima segunda parte de este show, fue muy emotivo porque la cálida noche asuncena de invierno, estuvo envuelto en un lado oscuro, donde la luna pudo brillar al son de las campanas divididas.

Dr. ROCK está integrado por:
Gustavo Torres: Voz
Ariel Zayas: Guitarra
Pedro Ávila: Batería
Edgar Pintos: Bajo
Adans Lezcano: Guitarra
Christian Ketteinbel: Teclados

Artistas invitados:
Rudi Elías: Saxofones
José Russo: Hammond
Federico Sosa: vocalista
Rossana Barreto, vocalista

Coros:
Cimone Tavares
Lidya Manzoni
Glory Plaz

Por: Kld.

Edición: Julio Dávalos.

Todas las fotos: Mariel Rios Fotografía. @mriosfotografia

2 comments

  1. Excelente, tal como lo describiste. Mejor no pudo estar. Gracias a los médicos que me inyectaron de Pink Floyd, para la pelea diaria de la rutina.

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