Luego de una semana de intenso calor, llegó el día tan esperado por todos los seguidores de la mítica y legendaria banda Pink Floyd, y que mejor que en el día de la Juventud y la Prima de Vera. La banda que ya nos tiene acostumbrada rendirle el merecido tributo estuvo a cargo de Dr. Rock. La noche fue un poco fresca ya que en la tarde cayeron algunas gotas, pero eso no impidió a que los seguidores se citen nuevamente en la capital para ver a los Doctores, pues ellos tenían una vez más la receta a todo: Buena música y el mejor ambiente para disfrutar una noche única, en un bar nuevo y hermoso que acogió a los lunáticos y la fiesta fue total.
Faltando 15 minutos para la media noche, y gracias a un decreto de la cámara de diputados y aprobada por mayoría en senadores, el concierto arrancaba y la noche brillaba nada más y nada menos que con “Shine on you crazy diamond”, iniciaban así los doctores, como los Floyd en aquella gira de (Delicate sound of thunder, del año 1988).
Las luces, que desde un comienzo fue uno de los protagonistas de la noche, comenzaba a hacer delirar a más de uno, y la birra comenzaba a circular en manos de los indecisos que aún no pillaban lo que se venía, el frío desapareció por completo ya que el local “GARAGE 555” es completamente techado, lo que ayudó muchísimo, a parte del clima, con la acústica, e hizo a que los Doctores se luzcan aún más.
Seguidamente vino la canción “What do you want from me” que hizo aún entrar más en calor a la gente, la emoción subía, pues esos solos bien guilmurianos hacían a más de uno sentir piel de gallina, lo que directamente proporcional significaba ir a recargar el vaso de birra.
Era hora comenzar a volar, pero en sentido figurado, claro, no lo otro… llegaba el turno de “Learning to fly” un clásico del disco (A momentary lapse of Reason, del año 1987), a mí me llamó la atención en esa canción que Jon Carin estuvo a cargo del teclado, sintetizador y los coros, o sea, le dejaron cargo de él todo, junto a Gilmour y Mason, fue una de sus primeras apariciones como músico de sesión y desde allí nunca más de alejó del mundo floydiano, pues grabó miles de temas con Waters y Gilmour solistas, así también acompañó en sus giras a ambos y a Pink Floyd en varias oportunidades, gracias a Syd, tuve la oportunidad de verlo en el Luna Park de Buenos Aires en la gira de “Dark Side of the Moon” de Roger Waters en el 2007, y unos años después en el Gran Rex junto a la banda argentina “The End”… no es que quiera meter presión, pero…… cuando lo traemos a que toque un par de temitas con los Doctores?…
Bueno, siguiendo con la noche floydiana llegaba el turno de “High hopes” donde los fanáticos al solo escuchar esas campanas iban hipnotizados a recargar sus vasos para disfrutar este TEMAZO, bajando un poco los decibeles llegaba el turno de “On the turning away” un tema hermoso también del álbum (A momentary lapse of Reason, del año 1987).
Seguido de “Coming back to life” y “Take it back” la fiesta era total, tal es así que nuestro fotógrafo al fin llegó al local y pudo captar las primeras imágenes, justo cuando empezó la intro de “Breathe” del que para mí es uno de los mejores discos de la banda (Dark side of the moon), como más arriba comenté pude disfrutar esa gira gracias a que Syd oyó mis oraciones y fui a ver a Waters en River Plate en marzo del 2007. Con “Time” y “The great gig in the sky” culminaba la primera parte.
Para que haya una pausa de 10 minutos y así poder reabastecerse con birra, agua todo lo que el bar tenía a la venta, una barra de 50 metros donde la gente atendía con muchísima amabilidad, tenían todo listo para alimentar e hidratar a los presentes, muy ordenado todo, y lo que más da gusto en un enveto: la rapidez cuando te atienden.
Nuevamente encendían las luces y la intro de “Money” sonaba para así iniciar la segunda y última parte del set. Los decibeles nuevamente bajaban para dar la bienvenida a “Us and them” para que luego explote todo y llegue la parte más alta de la noche con “In the flesh” y “Young lust”, llegaba el turno de la acústica y ese arpegio tan hermoso y sublime de la canción “Hey you” del disco (The Wall), para así dar inicio al tema más popular y conocida de la banda que llevó a Pink Floyd a ganar varios premios en aquellos dorados años 70’s, “Another brick in the Wall Parte II”, luego un clásico que vino dedicado para un amigo de Gustavo, “Wish you were here” y llegar así al penúltimo tema que sería el más coreado, aplaudido y que puso aún más sediento a todos, “Comfortably Numb”, dejaba así anestesiado a todos los presentes, las luces, como en todo el show, en esta parte tiró toda su artillería pesada, como así también en el tema final “Run like hell” y cerraban así la noche, si, así como lo hacía Pink Floyd en 1994 en la gira de “Pulse”.
Mágica noche, así fue la bienvenida a la primavera en Asunción, cargada de sentimientos, rodeada de los amigos que se volvían a ver después de mucho, la gente contenta pedía más, pues para mí creo que nunca es suficiente, porque hay Pink Floyd para rato.
Quiero destacar el buen sonido, el buen ambiente, la excelente organización que ya nos tiene acostumbrada esta comunidad, al local “GARAGE 555” que estuvo impecable, muy buena la seguridad, la atención, todo. Espero que esto no tarde tanto en repetirse, y que no tengamos que esperar a que pasen 4 estaciones para volver a disfrutar de la buena música de los Doctores.